Visita al vivero Proyecto Forestal Ibérico

Vivero

Balsas de agua

Actualmente nos encontramos en el proceso de conocer nuestros alrededores y a nuestras vecinas y vecinos, lo que podríamos definir como el principal principio de la permacultura: la observación. Y este proceso nos está llevando a encontrarnos con sorpresas extraordinarias y que pasan silenciosamente desapercibidas para el resto de la gente como las sombras de los árboles arrastradas por el sol en su trajín diario. Proyectos y personas con gran profesionalidad, respetuosas con el medio ambiente y concienciadas con el planeta. En este caso os quiero presentar a Proyecto Forestal Ibérico. Uno de los criterios que usamos a la hora de diseñar nuestros proyectos es intentar el desarrollo de la economía cuanto más local mejor, que produzca la menor huella ecológica. Por otro lado nos preocupa mucho las especies vegetales que vamos a utilizar, de que sean apropiadas tanto a las necesidades que queramos cubrir como que se adapten a las características del sitio. Para ello nuestra opción primera siempre será la búsqueda de árboles y arbustos autóctonos de la Península Ibérica. Pues bien, después de una intensa investigación nos hemos encontrado con esta empresa de Villamalea, provincia de Albacete. En su web (http://www.proyectoforestaliberico.es/index.php) se autodefinen como “Es un Vivero Forestal de Especies Autóctonas de la Península Ibérica e Islas Baleares (biogeográficamente, Flora Ibérica) dedicado específica y exclusivamente a la producción de árboles y arbustos nativos ibéricos y a la recolección de semillas forestales silvestres” y eso me llamó la atención. Hace unos días me desplacé hasta este pueblo con la intención de conocerlos y visitar las instalaciones esperando encontrar  un vivero al uso, es decir, con sus umbráculos, sus invernaderos y demás estructuras. Me hizo de guía Julio uno de los socios, comenzando la visita por un umbráculo (el único que vi) donde tienen la exposición de plantas en contenedores (macetas) para la venta y ahí es donde empecé a darme cuenta que todo esto era muy diferente a lo que había conocido hasta ahora.  Las plantas que tienen realmente son múltiples especies y variedades de árboles, arbustos, rastreras y trepadoras que podemos encontrar en nuestros campos y montes de toda la Península y algunas de ellas rarezas y/o endemismos locales como el nogal ibérico (Junglans hispanica) o la jara de roca (Cistus Creticus) prácticamente imposible de encontrar en otro vivero. Vamos, que garantiza la sorpresa y el disfrute de cualquier aficionado a la botánica. Servales, nogales, frutales, rosales, hiedras, tejos, madreselvas y un largo catálogo de especies que difícilmente se pueden ver juntos.
Vivero

Acer psudoplatanus

Poco a poco fuimos recorriendo toda la finca y descubriendo que entre los claros del bosque que han ido recuperando y regenerando los suelos se encuentran las zonas de semilleros, plantaciones para pies a raíz desnuda para su plantación en invierno y todo sin sombreados ni riegos, simplemente en espacios que permitan un proceso naturalizado de las plántulas. Esto les da la seguridad de que esas plantas se encuentran adaptadas al medio desde  el inicio de sus vidas. Al lado de una antigua casa de labranza y de las balsas de agua tienen un bosque que se han ido regenerando y como se suele decir “el bosque impide ver los árboles” repleto de hayas, durillos, distintas clases de arces y hiedras con un suelo cargado de materia orgánica que más bien pareciese un bosque atlántico. Pero la cosa no acaba ahí. La gente de Proyecto se cuentan con 30 hectáreas de pistacho ecológico o como ellos dicen biológico ya que van más allá de lo ecológico. No es de extrañar pues que sus pistachos sean muy cotizados en los países del norte de Europa. Esto es fruto de una gran observación y experimentación que les ha llevado a ser un punto de referencia en este rubro. Qué más quedaría por añadir. Sólo una reflexión. Es increíble la cantidad de jardineros, aficionados y técnicos forestales que nos llegamos a conocer innumerables plantas que utilizamos en nuestros diseños y que la mayoría son de otros continentes, con exigencias que muchas veces no tenemos de forma natural y nos olvidamos de la riqueza de nuestros campos y montañas. Creo que es hora de des-aprender, volver a observar nuestro entorno y recuperar nuestra biodiversidad en nuestros diseños y en nuestras casas. Os invito a mirar su completo catálogo de plantas en el cual se incluye una descripción de su hábitat y ecología y un mapa de distribución natural de cada especie, aunque solo sea para aprender un poco más.
 

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