¿Se imaginan llegar cada día a su lugar de trabajo y que le reciba un bonito cuadro verde, que más allá de belleza le aporta salud y le ahorra energía?
¿No agradecería en algún momento de la jornada laboral poder despejar su mente, paseando por un huerto, y recoger alguna verdura para la cena?
Pues esto puede ser una realidad.
Cada día más empresas entienden que su verdadera fuerza reside en su equipo humano, al que cuidar y porque no, mimar, puede significar no sólo una mejora en el ambiente de trabajo, el cual se vuelve más relajado y amable, sino un aumento de la producción.
La permacultura, es un modelo holístico-ético de principios, prácticas y actitudes que plantea una vida basada en el amor, cuidado a las personas y respeto a la tierra, planteando el diseño de hábitats humanos sostenibles en el tiempo, cuyos planteamientos y criterios pueden ser una gran herramienta para el departamento de recursos humanos (RRHH).
Integrar la naturaleza en nuestro día a día, y humanizar nuestro entorno laboral aporta innumerables beneficios a la persona, la cual ve mejorada su calidad de vida, lo que siempre redunda en una mejora para la empresa.
Veamos algunas ideas que pueden hacer que nuestro día de trabajo sea más placentero:
Huerto en la oficina
Sí, han leído bien. Como decíamos al principio, tener la posibilidad de despejar la mente unos instantes entrando en contacto con la naturaleza, sin tener que para ello que conducir unos kilómetros hasta llegar a algún parque cercano, puede ser una gran ventaja.
Los huertos orgánicos, basados en los principios de la permacultura, siguen el ejemplo del japonés Fukuoka: la agricultura del no hacer. Conseguimos el máximo de producción con el mínimo esfuerzo asociando cultivos, utilizando abonos orgánicos y aliándonos con insectos y plantas que nos ayudan a prevenir enfermedades y plagas.
Por ello se puede plantear al equipo de trabajo que participe tanto en su diseño como en el montaje, y que disfruten posteriormente de los resultados, degustando las verduras y hortalizas cosechadas en su propia casa.
De este modo se fomentan valores como cooperación, creatividad, paciencia, perseverancia, integración, alimentación y salud, autonomía, iniciativa personal, inteligencia colectiva y toma de decisiones.
Cuadros verdes
Contemplar algo bonito y más si es natural siempre relaja, pero si además de embellecer nuestro entorno nos aporta salud, los cuadros verdes pueden convertirse en una buena solución para “cambiar el ambiente”. Veamos algunas de sus ventajas:
- Aumenta la salud ambiental disminuyendo dolores de cabeza, alergias, etc.
- Aportan humedad al ambiente mediante la transpiración de las plantas y el riego que cae desde la parte
superior y mantiene húmedo todo el sustrato - Con un metro cuadrado de pared vegetal generamos el oxígeno requerido por una persona durante un año.
- En los lugares donde se dispone de arquitecturas bioclimáticas se reduce malestares, además de aumentar el rendimiento de las personas que disponen de cultivos vegetales en su lugar de trabajo. (Lohr et al.. 1996; Bringslimark, et al. 2007).
Cubiertas vegetales y jardines verticales
Podemos aprovechar tanto las paredes interiores o exteriores de las oficinas para dar belleza y armonía y a la vez que conseguir beneficios para nosotros, nuestro entorno y el medio ambiente, o incluso la cubierta puede convertirse en un jardín o en un huerto.
Ambas soluciones suponen un gran aislante natural que se ha recuperado de la arquitectura tradicional, principalmente de los países nórdicos.
Como aislante térmico, mejoramos la eficacia energética de las instalaciones, siendo posible la regularización de la temperatura dentro de las mismas de 5 grados, tanto en verano como en invierno (Prof. Akira Hoyano, Tokyo Institute of Technology).
Esta característica no sólo supone un gran ahorro económico para la empresa, sino que mejora sustancialmente la calidad de trabajo de las personas, y más cuando hablamos de naves industriales cuyas cubiertas y paredes son de chapa grecada.
Como aislante sonoro, reducen el ruido ambiental hasta en 10 decibelios (Akira Hoyano – Profesor del Instituto de Tecnología de Tokio)
Y además son capaces de filtrar 20 toneladas de gases nocivos al año producidos por todos los productos químicos derivados de petróleo como pinturas, barnices, moquetas, plásticos, etc. (Dr. Darlington, 2001).
Con todo ello conseguimos un ambiente más limpio, más sano y trabajadores más motivados y felices.
¿No merece la pena probarlo?
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