Con nuestro proyecto “La Tribu del Sol”, queremos mostrar que el huerto es una maravillosa herramienta pedagógica a través de la cual se pueden desarrollar todas las materias curriculares, comenzando por las matemáticas.
Sí, esta sin duda es la que más sorprende, ya que a priori, parece difícil dar una clase de matemáticas al aire libre y sin pizarra, y sin embargo, esta es precisamente la ventaja que nos proporciona el huerto,…los alumnos trabajan distintas áreas sin apenas darse cuenta de que están aplicando sus conocimientos de cálculo, geometría, etc.
¿Cómo lo hacemos?
Pues aprovechando las distintas actividades a realizar para la ejecución del huerto como excusa para hacerles pensar, calcular, diseñar en el espacio, etc, introducimos las matemáticas sin ponerles nombre. Te contamos algún ejemplo:
- Cálculo básicos: sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Preguntar es una buena forma de saber… ¿cuántos planteles de lechuga tenemos?, ¿Y si se nos hielan cinco cuantos quedan?, Si ponemos tres nabos en cada cama, y tenemos 4 camas, ¿cuántas semillas necesitamos?, Si disponemos de 20 planteles de col china y 5 camas, ¿cuantas podemos poner por cama? … como ves las posibilidades son tantas…
- Geometría: en el diseño de los huertos los alumnos pueden usar todo tipo de formas para trazar el proyecto final, usando rectángulos, círculos, coronas circulares, triángulos, espirales… por lo que aprovechamos para hablar de ángulos, radios,áreas, longitudes, etc.
- Escalas: los diseños han de hacerse a escala en el papel, para poder llevarlos posteriormente a la realidad del espacio que se dispone para el huerto. Así que toca aprender a manejar distintas escalas y saber qué significa un centímetro en el papel, y un centímetro en la realidad.
- Distribución espacial: es importante que los alumnos aprendan a organizar el espacio, conforme a su uso, teniendo en cuenta las necesidades previstas, las dimensiones de los objetos que queramos colocar y el área disponible,… un gran ejercicio que combina matemáticas con capacidad de organización y visión espacial. Todo un regalo para aprender con un proyecto real.
- Sistema métrico decimal;el metro: una vez diseñado y organizado en el papel nos toca llevarlo a la realidad mediante el uso de una cinta métrica. Combinando teoría y práctica vamos dando forma a nuestro huerto en la zona dispuesta para ello.
- Economía: ¿Cuánto nos cuesta tener un huerto?, ¿Cuánto vale un kilo de zanahorias a día de hoy en origen, ¿qué es un intermediario?, ? ¿Qué beneficio podríamos obtener si montamos una pequeña empresa para vender lo que producimos en el huerto? Un proyecto precioso para los alumnos de 4ª de la ESO que opten por esta asignatura, ¿no crees?
- Haciendo la compra: a día de hoy muchos alumnos desconocen, no sólo de donde viene un haba, sino cuanto cuesta comprarlas. El huerto nos ofrece no sólo mostrarles cómo se producen los alimentos, sino también cuanto cuesta hacer la compra en casa. Organizar un mercadillo para final de curso es una buena opción para darles a conocer la realidad de los precios.
Como ves, las matemáticas están presentes en muchas de nuestras actividades cotidianas, y trasladarlas a la práctica a través del huerto resulta fácil y sobre todo muy sencillo. Los alumnos se motivan en encontrar las soluciones a las distintas preguntas, y trabajar esta materia a través de la práctica resulta una buena manera de hacerla amena y accesible a tod@s.
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