¿¿Sabías que al tomar una taza de café consumes 140 litros de agua??
Cuando oímos hablar de “consumo de agua” todos pensamos inmediatamente en el agua que bebemos, con la que nos duchamos o limpiamos la casa.
Sin embargo nada más lejos de la realidad. En cada acción que llevamos acabo, prácticamente realizamos un consumo de agua. Vestirnos, comer fruta, usar el coche,…..¿cómo es posible? Pues porque todo a nuestro alrededor tiene una HUELLA HÍDRICA.
¿Qué es la huella hídrica?
Durante el proceso de producción de cualquier objeto o alimento se utiliza agua. Veamos un sencillo ejemplo analizando una prenda de vestir:
- Cultivo: algodón u otras materias primas
- Producción: desde el uso en la propia producción hasta la limpieza de la fábrica
- Distribución, por cualquier medio, tren, camión, barco, avión
- Venta: se considera como un servicio.
- Consumo final,
De ese modo, y teniendo en cuenta la totalidad de la cadena de producción, os dejamos algún ejemplo de lo que consumimos al comer carne, vino, queso……
Impresiona, ¿verdad?
¿Cómo se calcula?
Para el cálculo de la huella hídrica se utilizan tres valores, teniendo en cuenta así, el consumo de agua superficial o subterránea, la posible contaminación y el agua de lluvia.
- Azul: Cantidad de agua extraída del medio natural, ya sea superficial o subterránea, usada en el proceso y que no regresa de nuevo a la naturaleza.
- Gris: Cantidad de agua dulce necesaria para diluir los contaminantes generales en el agua por la producción hasta un nivel adecuado para su uso posterior.
- Verde: Cantidad de agua de lluvia que se consume en el proceso productivo.
Por tanto la huella hídrica total de un producto será la suma de su huella hídrica azul +gris+verde.
Y ahora, ¿ quieres saber cuál es TU HUELLA?
En el siguiente enlace, y mediante un sencillo juego podrás calcular cual es la huella hídrica que dejas en tu día a día.
¿Nos cuentas cuánto ha sido?
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